2 de diciembre de 2011

Gracias a su aporte, Biblioteca DuocUC Sede Plaza Oeste recaudó la suma de $6.238.- para los niños de la Teletón.

¿Cuánto y qué estamos leyendo?

¿Cuál es el interés real por la lectura? ¿Cuál es el comportamiento de los lectores? Son las respuestas que se desprenden del Reporte Estadístico, realizado por el Consejo nacional de la Cultura y las Artes, publicado en mayo de este año. En ésta la medición más actual, que comprende del año 2009.


Comparando el año 2005 y 2009 los resultados no presentan mayores diferencias, por el contrario, son más bien consistentes, ya que en este el porcentaje de personas que leyeron al menos un libro por año se mantiene en alrededor del 41% de la población. Mientras que un 53,9% declara no haberlo hecho y un 4,7% señalaron no haberlo hecho nunca por voluntad propia.


En relación con la distribución de los sectores según sexo, las mujeres representan un 53% de quienes han leído el último año, mientras que los hombres representan un 47% de los lectores. Asimismo, existen brechas importantes en el nivel de lectura por tramo de edad, destacando la diferencia de los 15,2 puntos porcentuales entre el grupo de 15 a 29 años y el tramo que comprende entre 45 y 59 años.

15 a 29 años: 48,4%
30 a 44 años: 42,9%
45 a 59 años: 32,5%
60 o más años: 36,3%


También sigue siendo una constante, las diferencias significativas en los niveles de lectura entre los distintos grupos socioeconómicos. Así, mientras el estrato ABC1 exhibe un 72,8% de lectura, en el segmento E la lectura alcanza apenas a un 15,5 % de la población.

72,8%: ABC1
50,4%: C2
34,7%: C3
27,8%: D
15,5%: E



En cuanto a los niveles de lectura en regiones, en el gráfico se aprecia que, a excepción de Atacama, todas las regiones presentan un valor superior al 30%, pero solo tres de ellas muestran valores que superan el 45%: Antofagasta, Coquimbo y Valparaíso. La Región Metropolitana, quien concentra los mayores niveles de producción de material para lectura registra un porcentaje cercano al 40%. En los que se refiere a los motivos para no leer, tres fueron las razones más frecuentes: falta de tiempo, el desinterés y la falta de costumbre. Casi al final de la lista está la falta de dinero, carecer de libros o la lejanía de las bibliotecas. Después de experiencias como el Maletín Literario, nuevamente hay una ventana que invita buscar el incentivo, por ejemplo, mediante políticas públicas atingentes u otras que se prolonguen por el tiempo.


Temáticas

Respecto de las preferencias en la lectura de libros, como se aprecia en el gráfico, en un 39,1% de los casos las novelas son mencionadas como las favoritas para leer. En tanto, con un índice cercano al 10% se presentan libros de cuentos, autoayuda, religión e historia y biografías. En relación con el origen de los libros leídos, en un 55,9% de los casos estos corresponden a material producido en Latinoamérica y Chile, seguidos por un 16,4% y un 12,5% de lecturas que provienen de Europa y Estados Unidos respectivamente.

Al desglosar lecturas preferidas por nivel socioeconómico, según se observa en el gráfico, la lectura de novelas va disminuyendo desde el estrato ABC1 hacia el E en poco más de 20 puntos porcentuales, mientras que en el caso de los volúmenes de cuentos se presenta la tendencia inversa (el interés es mayor en el estrato bajo y va disminuyendo a medida que se asciende), con una diferencia que en este caso llega a 12 puntos porcentuales.

En los que concierne a los libros de autoayuda o de temas religiosos, se muestra un interés considerablemente más alto en la lectura religiosa en los grupos socioeconómicos D y E respecto de los grupos ABC1, C2 y C3. Llama también la atención la preferencia de los estratos C2 y C3 por los libros

Fuente: Revista Contraseña